El Pedraforca es una de las zonas naturales más emblemáticas de Cataluña, con una riqueza biològica enmarcada en un contexto geológico único. Este carácter emblemático se lo da sobre todo la forma pecular de la montaña, que se alza de forma impresionante en un área muy pequeña. En sólo tres kilómetros de base el macizo se eleva 1300 metros hasta llegar a su cima.
En 1982 el entorno pasa a ser declarado Paraje Natural de Interés Nacional para atender a su conservación. Este tipo de protección se aplica a los espacios natrales de ámbito medio o reducido que presentan características singulares por su interés científico, paisagístico y educativo. El Pedraforca cuenta con todo ello y mucho más. De hecho, en la zona sólo están permitidos los usos tradicionales agrícolas compatibles con la proteccion.
Junto a los mejores paisajes están los mejores alojamiento. Tratándose de una zona tan turística a lo largo de todo el año, con un crecimiento constante del turismo rural, hay hoteles que, pese a su lejanía de los alojamientos de las grandes ciudades, cuentan con las mismas o mejores comodidades y con el aliciente de estar en plena naturaleza.
Los alojamientos más interesantes se encuentran en los mencionados Saldes y Gósol. Casas y hoteles rurales, casas de colonias, campings… os permitirán alojamientos asequibles para la mayoría de bolsillos. Buenos ejemplos son el Hotel Els Casals o el Hostal Pedraforca, alojamientos rurales como Cal Xic, La Roca o cal Cuiro i càmpings como Repòs del Pedraforca.
Con un alojamiento en la zona, sólo te quedará preparar las actividades que desees. Una de las prácticas más extendidas por la zona es el excursionismo. Las dos bases principales para iniciar la ascensión son las poblaciones de Saldes y Gósol, así como la pista del Mirador de Gressolet, otro lugar más que recomendable.
Si te decides por el senderismo, la ruta más habitual es la que sale del refugio Luís Estasen y atraviesa bajo la pared norte. A esta zona también se llega por Gósol. El descenso más frecuentado para los senderistas es el que se dirige hacia el refugio, por su pendiente y características. Tiene cierto grado de dificultad y riesgo, cosa que obliga a ir con prudencia y bien equipado, en cualquier estación del año.
Los más atrevidos podéis hacer escalada. En este caso, la impresionante presencia de la pared norte del Pollegó es el objectivo principal de los escaladores. Actualmente hay abiertas más de un centenar de vías repartidas entre la parte norte y sur. Aunque la roca es calcárea, la orientación diferente y las particularidades geológicas hace que en la parte norte se puedan aprovechar las fisuras, mientras que la zona sur es una subida en una zona de placa y roca compacta.
En 1982 el entorno pasa a ser declarado Paraje Natural de Interés Nacional para atender a su conservación. Este tipo de protección se aplica a los espacios natrales de ámbito medio o reducido que presentan características singulares por su interés científico, paisagístico y educativo. El Pedraforca cuenta con todo ello y mucho más. De hecho, en la zona sólo están permitidos los usos tradicionales agrícolas compatibles con la proteccion.
Junto a los mejores paisajes están los mejores alojamiento. Tratándose de una zona tan turística a lo largo de todo el año, con un crecimiento constante del turismo rural, hay hoteles que, pese a su lejanía de los alojamientos de las grandes ciudades, cuentan con las mismas o mejores comodidades y con el aliciente de estar en plena naturaleza.
Los alojamientos más interesantes se encuentran en los mencionados Saldes y Gósol. Casas y hoteles rurales, casas de colonias, campings… os permitirán alojamientos asequibles para la mayoría de bolsillos. Buenos ejemplos son el Hotel Els Casals o el Hostal Pedraforca, alojamientos rurales como Cal Xic, La Roca o cal Cuiro i càmpings como Repòs del Pedraforca.
Con un alojamiento en la zona, sólo te quedará preparar las actividades que desees. Una de las prácticas más extendidas por la zona es el excursionismo. Las dos bases principales para iniciar la ascensión son las poblaciones de Saldes y Gósol, así como la pista del Mirador de Gressolet, otro lugar más que recomendable.
Si te decides por el senderismo, la ruta más habitual es la que sale del refugio Luís Estasen y atraviesa bajo la pared norte. A esta zona también se llega por Gósol. El descenso más frecuentado para los senderistas es el que se dirige hacia el refugio, por su pendiente y características. Tiene cierto grado de dificultad y riesgo, cosa que obliga a ir con prudencia y bien equipado, en cualquier estación del año.
Los más atrevidos podéis hacer escalada. En este caso, la impresionante presencia de la pared norte del Pollegó es el objectivo principal de los escaladores. Actualmente hay abiertas más de un centenar de vías repartidas entre la parte norte y sur. Aunque la roca es calcárea, la orientación diferente y las particularidades geológicas hace que en la parte norte se puedan aprovechar las fisuras, mientras que la zona sur es una subida en una zona de placa y roca compacta.
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