Cada capítulo con una duracion de 50 min, está protagonizado por los componentes del grupo, el productor del disco y algunos críticos musicales. En cada documental se exponen todo lujo de detalles sobre el proceso de creación y producción, y se recuerda el contexto histórico/musical en el que se grabó el álbum en cuestión.
Electric Ladyland
La gestación del último LP de estudio de Hendrix, el álbum doble Electric Ladyland, no fue menos problemática que la de Bold as Love. Ya durante las primeras fases de las sesiones Hendrix tuvo que aceptar el abandono por parte de su histórico productor Chas Chandler, literalmentemente irritado a causa de los numerosos desencuentros con el guitarrista. Su modo de concebir los temas y las grabaciones era totalmente opuesto; si Chandler optaba por tener unos temas convencionales y de duración no superior a 5 minutos, Hendrix rebatía con su estilo absolutamente heterodoxo, tanto en la concepción de las canciones como en sus grabaciones. La influencia de Chandler es evidente en los dos primeros LP de la Jimi Hendrix Experience, donde raramente un tema supera los 4-5 minutos, siguiendo la tradición pop. Al contrario, Electric Ladyland presenta arquitecturas perfectamente en sintonía con el estilo ácido y visionario de Hendrix, compaginando partes breves con larguísimas jam sessions caracterizadas por enormes espacios instrumentales, modalidades notablemente psicodélicas.
La segunda causa de la dimisión de Chandler, puede encontrarse en la indisciplina que Hendrix manifestaba en las sesiones de grabación: mientras Chandler era de la idea de que las grabaciones debían producirse en un breve espacio de tiempo y con todas las ideas en su lugar, Hendrix tendía a dejarse caer en infinitas jam sessions de prueba y afinación con los músicos que le acompañaban, elaborando, re-elaborando, modificando y ampliando aquellas que eran sus ideas de fondo en una continua espiral de creatividad; la mayor parte de las veces sabiendo desde dónde partir pero no a dónde llegar, dejándose guiar únicamente por el instinto. Las sesiones preparatorias para Electric Ladyland estuvieron marcadas por la presencia de numerosos músicos adicionales que iban y venían de los estudios de prueba sin ningún criterio aparente; así fue que a los tres instrumentistas de Experience, se sobrepusieron el célebre teclista Al Kooper, el baterista Buddy Miles además de Jack Casady, bajista de los Jefferson Airplane y Steve Winwood de los Traffic.
No resulta extraña pues, la increíble cantidad de material inédito y alternativo grabado por Hendrix, a pesar de su brevísimo período de actividad, y que puede atribuirse perfectamente a este continuo hacer y deshacer.
Otro aspecto que pudo provocar también el fin del equilibrio fue el exagerado perfeccionismo de Hendrix. El guitarrista, además de exigir cantidades, hasta ese momento impensables, de variaciones de los temas, solicitaba también a sus músicos y técnicos grabar nuevas tomas de las partes de una canción un número indeterminado de veces, en espera de encontrar que la alquimia que éste retuviese fuese la adecuada; la historia quiso que el tema Gipsy Eyes fuese registrado en bien 43 versiones diferentes antes de que Hendrix encontrara una de su agrado.
Fuente.
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