Todos hemos escuchado la música de Pink Floyd, el grupo de rock británico sensación de los años 60 y 70. Roger Waters, Nick Mason, Richard Wright y David Gilmour, fueron los integrantes que llevaron al esta banda a la fama, y que a pesar del paso del tiempo, perduran en la memoria de millones de personas de todo el mundo.
¿Sabías que en algún momento, Pink Floyd tuvo un quinto elemento? Aunque no lo creas, la historia indica que así fue, digamos que se trata de un componente bastante excéntrico y especial.
En 1971, Steve Marriott, líder de Humble Pie y Small Faces, le pidió a su amigo de David Gilmour que cuidara a su perro Seamus por un par de días, mientras realizaba una gira.
Durante su estancia en la casa de Gilmour, Seamus demostró sus aptitudes musicales. El canino, cada vez que escuchaba música o que alguien tocaba la guitarra, aullaba y ladraba, siguiendo el ritmo de los acordes musicales.
El hecho le causó tanta simpatía a Gilmour, que al compartirle a resto de sus compañeros la gracia de Seamus, decidieron que la mascota se convirtiera en el quinto miembro “no oficial” de Pink Floyd.
De hecho, en el álbum Meddle, el grupo incluyó la canción titulada “Seamus”, justamente en honor al perrito. La melodía es una progresión de acordes de blues, que son acompañados por los aullidos del animal.